Las mamas tuberosas son una malformación o deformación de las mamas, que se presenta desde el desarrollo puberal. Puede ocurrir que el tejido que cubre la glándula mamaria presente una rigidez excesiva y no se expanda adecuadamente juntamente con el crecimiento progresivo de la glándula mamaria, esta situación puede provocar que a medida que la glándula crece, se sienta presa en la piel que no se expande, y tenga la tendencia a herniarse y salir por el lugar con menor resistencia, que es la fina piel del pezón. Esta situación, puede afectar a una o ambas mamas.
La clasificación de Grolleau y col, divide la mama en cuatro cuadrantes y determina 3 grados de deformidad:
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Grado I
La mama esta atrófica en el cuadrante infero-interno. Generalmente la deformidad es bilateral. Son mamas grandes y caídas. La areola se encuentran desviadas hacia abajo y adentro, siendo el volumen de la mama normal o hipertrófico.
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Grado II.
Se caracterizan por hipoplasia de los cuadrantes inferiores. El complejo areola-pezón está descendido y la areola suele ser extremadamente grande. En estos casos la areola está desviada hacia abajo.
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Grado III.
Tiene las mismas características que la tipo II (falta de desarrollo de los cuadrantes inferiores) pero con insuficiente piel de la areola al surco submamario.
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Grado IV.
Es el tipo más severo. Están afectados los 4 cuadrantes. La base mamaria esta retraída (tanto en su eje horizontal como vertical).
TRATAMIENTO
Actualmente el único tratamiento que existe es el quirúrgico. Si se trata de una anomalía muy leve puede subsanarse con un implante, pero en casos más graves se procede a una remodelación glandular completa. En la mayoría de los casos, el procedimiento finaliza con la implantación de una prótesis.
La intervención se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación. La duración oscila entre 1,5 y 2,5 horas.
PRESENCIA DE DOBLE SURCO
Un doble surco se presenta generalmente en pacientes que tenían previamente una falta de desarrollo de los polos inferiores y cierta retracción a nivel del surco de la mama.
Es frecuente en pacientes con mamas tuberosas, aun en grado leve, por la gran constricción que presentan los tejidos a nivel del surco.
Al realizarse un aumento mamario y descender el surco submamario para adaptarlo a las dimensiones del implante, será notable la existencia del surco antiguo (qué por su escasa elasticidad no se adaptará al contorno del implante) junto con el nuevo, y por lo tanto un doble surco.
Esta situación es más frecuente cuanto más se desciende el surco en la cirugía de aumento, lo que está directamente relacionado con el mayor volumen del implante. Como consecuencia de ello, presentará un “hachazo” en los polos inferiores. Por lo tanto hay que pensar que existe un riesgo de que se produzca esta complicación en pacientes con polos inferiores de la mama inelásticos cuanto mayor sea el volumen del implante colocado.
Para corregir esta situación puede ser necesario:
– Cambiar la prótesis por una menor
-Elevar el surco, resecando parcialmente la cápsula inferior y resuturándola en una posición superior.
-Provocar una distensión del polo inferior mediante incisiones de relajamiento sobre la glándula mamaria.
– Además, podemos realizar injertos de grasa autóloga (lipofilling) en el polo inferior de la mama para camuflarlo.